La adquisición de técnicas y  hábitos de estudio en adultos, adolescentes o preadolescentes que presentan falta de atención, de memoria o planificación, entre otras cosas; requiere un entrenamiento previo reforzando las funciones ejecutivas como:

La toma de decisiones

Inhibición de los impulsos

Estimación y gestión del tiempo

Memoria de trabajo

Planificación y adaptación

Creatividad y generación de nuevas estrategias

Revisión y evaluación

Anticipación de las consecuencias

Es por esto que se precisan clases individualizadas en las que se trabajen dichas funciones, acompañando el aprendizaje de las técnicas de estudio, hasta reestructurar la capacidad de aprender y conseguir el objetivo propuesto. 

Una vez superada esta etapa, ya se puede trabajar de manera autónoma o en clases grupales.